El
mundo se estremece, Estados Unidos de Norteamérica ha sido golpeado en su
corazón.
Thierry
Meyssan
El martes 11 de septiembre de 2001
los medios de comunicación estadounidenses anunciaron por la mañana que un
avión de línea se había estrellado contra la Torre Norte del World Trade
Center, Nueva York, y otro contra la Torre Sur. Claramente se trataba de un
atentado y, según los Estados Unidos, los causantes fueron aviones kamikazes
extranjeros.
Tras este acontecimiento, el
periodista francés Thierry Meyssan - reconocido por su vínculo con diversas
organizaciones que trabajan en la defensa de las libertades individuales-
inició una intensa investigación y su resultado fue el polémico libro La terrible
impostura, publicado en 2002. En este best seller Meyssan expone su
asombrosa teoría sobre los atentados: los aviones terroristas suicidas no fueron los autores, sino que el propio
Estados Unidos habría sido el encargado de coordinar los ataques terroristas. “Cuanto más se entra en detalles, más
contradicciones aparecen. Este atentado no puede haber sido cometido más que
por militares estadounidenses contra otros militares estadounidenses”,
defiende.
Para confirmar su hipótesis y
cuestionar la versión norteamericana, el autor se basó exclusivamente tanto en
documentos de la casa Blanca y el Departamento de Defensa como en declaraciones
a la prensa internacional de dirigentes civiles y militares estadounidenses.
Toda la información que contiene la obra se encuentra citada en cada página con
el fin de que el lector pueda consultar los datos fácilmente. De esta manera,
logra darle credibilidad a cada una de sus afirmaciones.
Por otro lado, el investigador
desarrolla constantes interrogantes que hacen reflexionar sobre los hechos:
“¿Es posible creer que el ejército de Estados Unidos permaneciera pasivo
durante los atentados? ¿Es posible creer que el sistema de radar militar
estadounidense fuese incapaz de localizar avión en una zona de varias decenas de
kilómetros de radio?”. A su vez, analiza cómo manejó la situación el FBI: sus
fallos y contradicciones, como la elaboración de pistas falsas a su
conveniencia.
“La versión oficial no se sostiene con un
análisis crítico. Vamos a demostrar que se trató sólo de un montaje”, promete
el periodista que, con esa simple sugerencia, consigue atraer inmediatamente la
atención del lector. Para cumplir su palabra, Meyssan aplica recursos como la
utilización de citas textuales de personas vinculadas con lo sucedido, como el
gobernador de Nueva York y el ex presidente George W. Bush, a quien cuestiona
sus discursos. Además, realiza descripciones muy precisas, incluyendo detalles
como las horas y minutos exactos de cada suceso y fotografías, lo que hace que
la profunda investigación se torne atrapante y entretenida.
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