lunes, 11 de junio de 2012

Boy Olmi y una experiencia circular


El actor retornó a una de sus pasiones e interpreta a Jorge en la obra Espejos Circulares, en la Sala Pablo Picasso del Paseo La Plaza. La pieza teatral se basa en el espectáculo de la norteamericana Annie Baker.

            Luego del éxito teatral “Sótano” en 2010, el actor y director de cine argentino Boy Olmi regresó al escenario de la mano del director Javier Daulte y el productor Pablo Kompel. Junto con Soledad Silveyra, Andrea Pietra, Jorge Suárez y Victoria Almeida, forma pate del elenco de la comedia dramática Espejos Circulares; cuya trama se caracteriza por su simpleza y el alto contenido emocional que provoca cada uno de los protagonistas. Los cinco actores interpretan a un grupo que decide tomar un curso de actuación donde los ejercicios lentamente hacen reflexionar a los personajes sobre sus objetivos, obstáculos y frustraciones. Entonces, de una forma involuntaria, el seminario se torna en una terapia grupal donde cada uno muestra lo que el otro se resiste a ver de sí mismo.

            “Cuando leí el argumento de la obra, acepté sin dudar encantado. Es una combinación comercial muy interesante”, confiesa Boy Olmi, que interpreta a Jorge, marido de la coordinadora del grupo, Susi (Soledad Silveyra), aunque también admite: “Inicialmente no capté la dimensión a la que llevó la obra el director ya que tiene una delicadeza extrema”. Asimismo, sostiene que fue un gran desafío representar la historia a la que describe como “una metáfora sobre la catarsis griega y el arte como reflejo de vida”.

            Jorge se muestra como un hombre fácil de alterar y al que le cuesta mostrar sus sentimientos. Desde el punto de vista de Olmi, su personaje es “alguien que ha vivido mucho y que la experiencia de los espejos modificará una vez más en su vida”. También lo detalla como un hombre inteligente porque, además de ser parte del grupo, tiene una relación con su profesora y logra encontrar un equilibrio entre ambos factores.  “No tengo nada en común con él, es decir, en lo que sucede durante la obra. Pero siempre construímos nuestros personajes a partir de aspectos nuestros, entonces algo parecido tenemos”, cuenta el actor

            Por otro lado, al hacer de un hombre principiante en el mundo de la actuación, Olmi se sintió identificado con los ejercicios elementales a los que se somete. “Me reencontré con cosas conocidas desde hace mucho tiempo, pero hoy tengo otra mirada desde mi propia experiencia. Veo con amor la entrega de estos seres indefensos, como en realidad estamos todos”, explica emocionado.

            Sin duda, el actor disfruta cada escena de Espejos Circulares y cada momento compartido con sus compañeros. A su vez, no deja de destacar el trabajo del director Javier Daulte. “Ser dirigido por él es algo muy ansiado por cualquier actor, es un maestro. Su inteligencia consiste en guiar a cada actor de una manera específica y particular. A cada uno nos llevó cuidadosamente de la mano para lograr lo mejor de nosotros”.




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