El mayor logro de
la actriz y guionista Natalia Carulias fue, sin duda, ser reconocida como la
primer mujer de la Argentina en hacer stand up. Este género, como bien describe
la comediante, es uno de los más complicados de hacer ya que requiere
herramientas que otros estilos teatrales no tienen, como la opinión, la
observación e incluso la terapia.
Muchos piensan que practicar stand up es
sólo una opción más dentro del género de la comedia. Sin embargo, los
humoristas que lo ejercen se someten a ciertos factores que no se le presentan
a un actor que interpreta a un personaje guionado. La comedia en vivo -como se
lo llama en español- debe ser díficil de aplicar ya que el humorista se dirige
directamente al público, con quien interactua y hasta puede establecer
conversaciones. Estas circunstancias son las que imponen una considerable
presión sobre el comediante que tiene el firme objetivo de entretener y hacer
reír a la audiencia.
Para lograr esta meta, es importante poder
tener los propios conflictos personales resueltos para luego conseguir hacer
catarsis sobre ello y exponerlo de una manera cómica que atraiga al público.
Sin embargo, hoy en día existe una confusión sobre este método de hacer humor
debido a que mayoritariamente se cree que el que desempeña stand up está
haciendo terapia. Carulias, la comediante por excelencia, aclara esta errónea
creencia y sostiene que es completamente al revés: primero uno debe realizar un
tratamiento profesional, solucionar su vida y luego reírse de ello. “Si tus
problemas no están resueltos, entonces no hay humor”, defiende la artista que
hace trece años que ejerce el género e indudablemente no se equivoca.
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